Mis sueños:
No se qué ocurrirá con vuestros sueños, pero a veces los míos son tan reales que sus efectos duran hasta unos minutos después de despertarme.
Veréis lo que quiero decir:
Este ha sido mi último sueño:
Yo vivo en Logroño. En esta ocasión, en mi sueño también vivía en esta bella ciudad. Salí con mi coche a un pueblo (no recuerdo su nombre) aparqué y me fui a hacer lo que fuera que tuviese que hacer. Al terminar, volví a por mi coche para regresar a casa. Pero no conseguía localizarlo, intentaba recordar algún dato que me facilitase el lugar donde lo había aparcado, sin ningún resultado positivo. Anduve por sitios muy extraños, sitios que en la vida real nunca se pueden utilizar para aparcar: montículos rocosos, arboledas con matorrales… intentando deducir donde me habría resultado más fácil aparcar al llegar al pueblo. Cuando empecé a buscar mi coche era pleno día, pero estaba oscureciendo yo seguía caminando por sitios que no recordaba haber pasado antes, y el coche no aparecía. Llegué a un punto donde consideré que podía estar en Logroño, porque el lugar se parecía, aunque había algo extraño que no me permitía identificarlo con rotundidad. Pregunté a dos señoras que pasaba junto a mí:
¿Me pueden decir dónde estamos?
—¡Claro, en Logroño!, ¿no ve las torres gemelas de La Redonda?
—Es verdad, me lo estaba pareciendo.
Pensé con disgusto que tendría que volver de nuevo al pueblo del que me había alejado tanto. Tendría que empezar a buscar de nuevo y estaba agotada, pero además tendría que llamar a mi casa y explicar lo que me ocurría, seguro que ya estaban muy preocupados, con lo tarde que era y desconociendo dónde me encontraba a esas horas de la noche.
Saqué el teléfono de mi bolso y busqué una farola para ver los nombres y llamar a mi marido y a mis hijos.
En el momento que empezaba a localizar el nombre que buscaba me desperté.
¡Uf!, ¡menos mal que era un sueño, pensé aliviada.
Lo curioso fue, que después me dije: que tranquilidad no tener que llamar a nadie para darle explicaciones y sobre todo no tener que seguir buscando con lo cansada que estaba, además ¡vaya usted a saber dónde habré dejado el coche…
De verdad que ya estaba despierta.

Deja una respuesta